lunes, 1 de julio de 2024

BULGARIA: Conclusiones

Llegados a este punto, y después de 18 días en este país balcánico, ¿qué decir de Bulgaria?

Empezaremos diciendo que es un país que sorprende y emociona, y que, por el momento, es un gran desconocido para el turismo de masas… pero por poco tiempo (ya que el turismo extranjero, que aún es testimonial, está creciendo).

Pertenecen a la UE desde hace años (y eso se nota, ya que están más desarrollados que otros destinos que hemos visitado tipo Albania o Georgia), pero no ha sido hasta marzo de este año que han entrado a formar parte del espacio Shengen. Y no será hasta enero de 2025 cuando aparten las levas para acuñar el euro como su moneda y, seguramente, dejarán de ser un destino low cost.

Nos hemos encontrado un país con una diversidad enorme en muchos aspectos. Así que vamos por partes.


NATURALEZA POR DOQUIER

En un país cuyo tamaño supone solo una quinta parte de la superficie de España, más del 40% es montaña. Hemos atravesado (y disfrutado) de esos paisajes boscosos llenos de pinos, abetos, castaños… bosques vírgenes que no han conocido el hacha, con ríos zigzagueantes, y por donde conducir era un auténtico regalo. Pasábamos casi sin darnos cuenta de un parque natural de paisajes hermosos a otro, de una cordillera a otra (Rila, Pirin, Rodopes…), pero siempre teniendo el color verde presente. 

Luego están esos valles llenos de viñedos, rosas, lavanda, campos de trigo y, sobre todo, zonas extensas de girasoles. 

Y por último, el Danubio en el norte y la costa al este, con sus más de 200 kilómetros de magníficas playas junto al Mar Negro. Aunque sólo hemos podido disfrutar de algunas de ellas, damos fe de la calidad de sus arenales, de que si lo que buscas es un sitio tranquilo, en plena naturaleza, alejado de los núcleos urbanos, del turismo de pulserita, hamaca y sombrilla, la costa búlgara tiene mucho que ofrecer. 


DIVERSIDAD CULTURAL. LOS TRACIOS

Se trata de un destino lleno de cultura, arte, historia y tradiciones. A lo largo del Valle de los Reyes, hemos descubierto un pueblo antiquísimo como los tracios (la etnia de Espartaco), con sus costumbres y rituales, sus tumbas, sus tesoros, su gran sensibilidad artística, etc. Parece mentira que se conozca tan poco de este pueblo que ocupó estas tierras allá por el año 4.000 a.C, ¡nada más y nada menos!… (cuando la civilización egipcia empezó hacia el 3.000 a.C, la griega hacia el 2.100 a.C y la romana hacia el 750 a.C).

De todas las tumbas tracias que se pueden visitar, hemos elegido las siguientes:

  • Starosel (con la mayor cámara funeraria de Bulgaria con 5,4 m de ancho)

  • Kazanlak (aunque lo que se visita es una réplica exacta, son extraordinarios los murales de color del pasillo y la cámara abovedada)

  • Seuthes III (el busto del rey nos dio la bienvenida a uno de los enterramientos tracios más grandes, ricos y mejor conservados encontrados hasta ahora, con una puerta de mármol con medallones de los rostros de Helios y Medusa).

  • Sveshtari (tumba tracia original. Patrimonio de la humanidad. Es un monumento único, por la combinación de la arquitectura, escultura y pintura; destacan las 10 cariátides)


MONASTERIOS

Los Monasterios ortodoxos son, sin lugar a dudas, una de las joyas del país. Repartidos por gran parte de su geografía, sirvieron para mantener el espíritu de los búlgaros incluso durante los más de cuatro siglos de ocupación otomana. Hoy en día se pueden visitar alrededor de 100, cada uno es diferente al resto y todos tienen algo que les hace especiales. Su ubicación en lugares remotos hace que, simplemente llegar hasta allí merezca la pena. Pero es que cada uno tiene su interés, destacando la riqueza del arte de la pintura de iconos y los frescos de sus paredes. Casi nos hemos hecho ‘expertos’ en reconocer a los santos de los iconostasios!!! 

  • El más conocido es el Monasterio de Rila, donde la experiencia que vivimos durmiendo allí mismo en una celda, es algo mágico que, simplemente, hay que vivirlo.

  • Rozhen (junto al pueblo de Melnik -el de los vinos-, al lado de los pináculos de piedra- es muy pequeño y humilde; además de las pinturas murales bien conservadas, es famoso por sus vidrieras)

  • Bachkovo (con varios patios e iglesias, es centro de peregrinación de creyentes cristianos ortodoxos; su cercanía a Plovdiv y su posición junto a la carretera, lo hace que esté algo masificado y se pierda el encanto; hasta tienen palomares y pavos reales!)

  • Sokolski (con una fuente en mitad del patio, este monasterio de monjas se ubica en un entorno alucinante y cuenta con una iglesia en un nivel inferior muy bonita y llena de color)

  • Iglesia de la Natividad de Arbanasi (la que muchos denominan como la "Capilla Sixtina Ortodoxa": el árbol de Jesé y la rueda de la vida. Alucinante!!!)

  • Monasterio de la Transfiguración de Preobrazhenski (piedra milagrosa en el centro del patio; en estado decadente tiene algunos de los mejores murales del famoso pintor Zahari Zograf: la rueda de la vida en el exterior y la Transfiguración en el interior)

  • Algunas iglesias rupestres acompañan este apartado religioso: Ivanovo es una pasada y hay que verlo si o si; pero Basarbovo es prescindible.


RENACIMIENTO NACIONAL BÚLGARO

Esta época de la historia del país, nos ha permitido ver un montón de preciosas mansiones de colores muy vivos, maderas talladas y unos alerones muy característicos en su estructura, en ciudades como Plovdiv o Tryavna. Además, cada casa escondía su historia de rebeldía, de sublevación al dominio otomano:


COMUNISMO

Del pasado comunista nos quedamos con la arquitectura brutalista y esos monumentos y edificios repartidos por el país. Algunos de difícil acceso, otros no tanto, pero todos ellos han tenido su punto. 


PUEBLOS

Siguiendo esos caminos se puede llegar a preciosos pueblos.

  • Sofía. aunque no es una de las capitales más bellas de Europa, sí que tiene cosas para ver como para dedicarle un par de días. Y es que, esta ciudad de marcados aires post-soviéticos goza de una mezcla de estilos bien curiosa, muy buen ambiente y monumentos bonitos (mezquitas, iglesias, sinagoga, museos, jardines, grafitis…)

  • Plovdiv. Una verdadera joya. De reducido tamaño, con gran cantidad de restos romanos donde su anfiteatro se lleva la palma. Y dónde, sobre todo, destacan sus mansiones del renacimiento que hay que ver tanto por dentro como por fuera. Pero sin olvidar barrios como el de Kapana, la zona más de moda con su ambiente hipster.

  • Veliko Tarnovo. La capital de los zares búlgaros, rodeada de un imponente paisaje con las casas colgantes sobre los acantilados hacia el río, las fortalezas, sus iglesias de estilo bizantino en  el barrio de Asenova sobre el río y un casco antiguo muy animado, hacen imprescindible una parada. 

  • Mar Negro. Hemos conocido alguna de las ciudades más atractivas bañadas por este mar. Nesebar, cuyo casco antiguo rodeado por una muralla, es Patrimonio de la Unesco y se encuentra en una isla unida a tierra firme por un puente. Allí visitamos un montón de pequeñas iglesias. Y Sozopol, donde nos ‘perdimos’ por su casco antiguo, con su muralla, iglesias y viviendas de madera del renacimiento búlgaro. 

Otros pueblos como…

  • Shiroka Laka: encajado entre montañas y con el río en medio, famoso por sus hermosas casas auténticas de Ródope.

  • Koprivshtitsa: ciudad-museo con sus construcciones ligadas al Despertar Nacional Búlgaro por ser hogar de personas que lucharon por la independencia de su país, y su iglesia de color azul.

  • Kazanlak: capital del Valle de las Rosas

  • Tryavna: destaca la torre del reloj junto al puente antiguo, la iglesia del Arcángel San Miguel que se confunde con una vivienda, las antiguas escuelas y casas típicas con sus tejados de lascas.

  • Ruse: "la pequeña Viena" junto al Danubio, con sus edificios de estilo neobarroco, con fachadas de vivos colores adornadas con relieves y estatuas… y su maravillosa tarta garash.



LOS BÚLGAROS

No lo vamos a negar: los búlgaros son unas setas. No te sonríen, ni se desviven en ayudarte. Ellos van a lo suyo. Con esto no queremos decir que son maleducados o groseros, pero si alguien espera una sonrisa, una amabilidad extrema, se va a llevar un chasco. Pero creemos que lo llevan en el ADN de la zona geográfica. 


GASTRONOMÍA 

En Bulgaria se come de manera excelente y además barato. Se trata de una comida contundente con mucha carne, muchas verduras y mucho queso ¡Ah! y yogur, por supuesto. Es sencilla, sabrosa y bien especiada. Hemos probado de todo empezando ya desde el desayuno (Banitsa, mekitsi), sopas (tarator), ensaladas (shopska, ruska, ovcharska), pescado (trucha, calamares, gambas…), carne a la parrilla y guisada, embutido (Lukanka, sudzhuk), quesos (sirene, kashkaval) y un largo etcétera. Todo ello regado con cervezas locales (Shumensko y Kamenitsa), limonadas caseras, ayran, vinos…

Mención aparte el yogur. Bulgaria es conocida por su excelente YOGUR, que no tiene parangón (damos fe de ello!). Fue un científico búlgaro quien descubrió la composición del yogur en 1904. Lo llaman kíselo mliáko, leche agria, y es único en todo el mundo porque contiene lactobacillus bulgaricus, una bacteria que solamente se encuentra en Bulgaria, y que es la que fermenta la leche y obra la magia.


INFRAESTRUCTURAS

Las carreteras en general están en muy buen estado, si exceptuamos algún offroad que nos hemos marcado y que estaba lleno de potholes! Eso si, debido a la orografía del propio país, no hay muchas autovías / autopistas (es mucha carretera de montaña y te tiene que gustar conducir), y no te queda más remedio que atravesar si o si pueblos y ciudades en cada trayecto, lo que hace que los tiempos se incrementen. Aunque también está muy bien, porque te permite ver más de cerca cómo viven. Por cierto, ojo con la cantidad de radares que hay a la entrada de cada localidad (se ven fácilmente), además de los badenes que te obligan a reducir la velocidad. Otra curiosidad es que parece que el mantenimiento de las carreteras es responsabilidad de cada municipio, porque en cuanto entrabas en uno, el estado del firme cambiaba (para bien o para mal) hasta que lo abandonabas y volvías a la carretera general.

Los búlgaros corren mucho y no respetan nada eso de que no se puede adelantar con línea continua. Aún así, y tras 2.300 kilómetros hechos, podemos afirmar que todavía están por detrás de los georgianos en nuestro ranking de peores conductores.



ALOJAMIENTOS

En líneas generales los alojamientos elegidos para este viaje han estado muy bien. Bulgaria no tiene una súper infraestructura hotelera (si exceptuamos las grandes ciudades y la costa del Mar Negro). En los pueblos, hay mucha guesthouse sencilla que está muy bien. Nosotros les damos un notable, pero porque nos gusta este tipo de sitios, más pequeños y cercanos a la gente. Y en cuanto al precio, la media ha sido de unos 40€ la noche y la mayoría no ofrecen desayuno.


OTRAS CONSIDERACIONES 

  • Bulgaria es uno de los mayores productores de aceite de rosas del mundo, con hasta el 70% de la producción mundial
  • Bulgaria es líder mundial en producción de lavanda.
  • Bulgaria es líder en producción de semillas de girasol en la Unión Europea, con el 23% de toda la producción de la UE.
  • Bulgaria es, después de Islandia, el segundo país europeo con mayor número de manantiales de aguas termales de Europa.


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En definitiva, un destino muy recomendable que hemos disfrutado un montón, de forma pausada y tranquila, y que nos deja muchos y muy buenos recuerdos. 

Gracias a todos por seguirnos y por vuestros comentarios.

Seguiremos informando.