lunes, 17 de junio de 2024

Día #4: Plovdiv II

Antes de arrancar la jornada, ha tocado desayunar en las cercanías del alojamiento.








Hoy hemos recorrido la Ciudad Vieja de Plovdiv, compuesta por una serie de calles adoquinadas de pronunciadas pendientes. Pasear por ellas es una experiencia única, descubriendo museos, galerías de arte, esculturas, tiendas de artesanía, iglesias…











Las laberínticas callejuelas empedradas están arropadas en algunas zonas por restos de murallas que se conservan de la época romana. Entre los vestigios que quedan destaca la puerta de acceso a la ciudad, o “Puerta de la Fortaleza”. 




Pero si una cosa destaca aquí son sus mansiones, que son muy representativas del Renacimiento búlgaro y cuya arquitectura es increíble.

Historia:  Entre los siglos XVIII y XIX surgió en Bulgaria un movimiento conocido como el ‘Despertar Nacional’, en el que cobró fuerza un sentimiento de unidad patriótica frente al dominio del Imperio Otomano. Esta corriente coincidió con la aparición de una nueva clase media de comerciantes que se enriquecieron, gracias a que muchas rutas comerciales europeas se cruzaban en Bulgaria. Estos nuevos ricos decidieron construirse mansiones siguiendo un estilo propio, sin reparar en gastos. Decidieron mezclar los estilos más occidentales que habían visto en ciudades como París o Viena, con la arquitectura otomana. Y como resultado tenemos estas preciosas casas cuyas fachadas están súper decoradas y llenas de colores brillantes, con contraventanas o detalles de madera y frescos. Una de sus características más notables es que cada planta sobresale más o menos un metro más que la anterior, y está apuntalada con vigas de madera. . Cada una de estas mansiones tiene su historia, su marca personal y su encanto.
















Cuando nos hemos decidido a empezar a ver las más importantes de las más de 150 que tienen catalogadas, ha sido cuando la guía del Rober nos ha jugado una mala pasada, ya que hoy lunes estaban todas cerradas!!! Pero: don’t panic. Nos hemos reseteado y cambio de planes (con lo que eso significa para Mr. Planning. Se nos está haciendo mayor). 

Hemos hecho una parada para tomar algo en un spot increíble, junto al antiguo Teatro Romano, uno de los anfiteatros mejor conservados de Europa y que data del s.II d.C. Es seguramente el punto más interesante de la ciudad, y también uno de sus símbolos. Hoy no se podía visitar porque estaban montando el escenario para algún espectáculo. 


A Plovdiv se la conoce como la ciudad de las 7 colinas (como Roma), aunque la realidad es que de las 7 ya solo quedan 6 (ya que una fue aplanada en época comunista, para fabricar los adoquines con los que se pavimentó la ciudad). Aunque dicen que la vista desde alguna de ellas es muy chula, con 33°C y un sol de justicia, la verdad es que no apetecía. Nos hemos resignado a verlas desde la distancia…




…y volver atravesando varios parques (por la sombra) para echar una siesta en el alojamiento (que lo tenemos súper bien situado).



Un par de horas más tarde (vaya siestón!), hemos salido a ver grafitis por el barrio hipster donde cenamos ayer. Kapana apoya el arte callejero contratando muralistas y grafiteros (damos fe de ello)…


Cajas eléctricas, persianas, fachadas, edificios e incluso contenedores de basura tienen un aspecto bastante inusual hoy en día, gracias a la creatividad de muchos artistas. Arte efímero!!!














Casi por casualidad hemos dado con un sencillo local junto a la mezquita, que nos ha causado muy buena impresión… y que ha sido nuestra opción para la cena. Su especialidad son los sándwiches. Le hemos pedido a la chica que nos hiciera sus 2 favoritos, que nos gusta de todo. ¡Que pintón y qué ricos que estaban! (acompañados de un frappe y un ayran que tanto le gusta a Roberto). 



Y desde aquí, hemos subido de nuevo a la ciudad vieja, al Teatro Romano… ¿para qué? Pues para ver el concierto para el que habíamos comprado entradas hace 3 meses. Miro (Miroslav Kostadinov) es un cantante y compositor búlgaro que representó a su país en Eurovision en 2010, una especie de Bustamante, con mucho tirón aquí en su país, y que hoy arranca su Tour 2024.




El concierto de más de 2 horas de duración, además de por el entorno tan maravilloso en el que estábamos, nos ha gustado bastante. La acústica espectacular. La gente entregada desde el principio. El cantante muy cercano con el público. Una banda muy completa. Otra experiencia para el recuerdo. 





Por si alguno quiere escuchar algo de Miro, aquí os dejamos algunos cortes del concierto…







Seguiremos informando.

3 comentarios:

  1. Impresionante, chicos!!!! Os superais cada año. Nos encanta seguiros 😻

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  2. Hola chicos, me ha gustado todo de la entrada de hoy y como colofon el concierto en el teatro romano! Voy a buscar que canta el tal Miro.
    Besitos

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  3. Desde la parada para el café al lado del anfiteatro estaba esperando yo la sorpresa.... Nos tienes mal acostumbrados.

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